viernes, 24 de junio de 2011

Abre tu corazón


En la medicina china se considera que la morada de la conciencia (shen) es el corazón. El corazón está en el centro de la creación. Está primero que el cerebro, es más antiguo, se forma primero en el embrión y alrededor de él crece el resto. Por eso se lo considera el emperador.

El corazón es amor incondicional y por lo tanto unidad.

Incondicional quiere decir que no pide nada a cambio. Es así, como es. Sin condiciones, ni especulaciones de ningún tipo. Inconsciente. No es el producto de una construcción mental.

El corazón funciona sintonizado con el ritmo universal. ¿Quién lo programo sino?

Es adaptable. Late según las circunstancias. Y eso es porque está vivo, consciente y conectado con su entorno y por ende con todo lo demás.

De manera que podemos vincularnos con nuestro entorno, y de hecho con todo lo que deseemos, de una manera diferente, por medio del corazón. Se trata de sintonizar concientemente nuestro corazón con personas o cosas. Es posible, literalmente, enganchar tu campo de energía con lo que quieras. Eso es lo que se llama “poner el corazón en la cosa”.

El ser humano va hacia una nueva conciencia, es inevitable. Mejor dicho, hacia una nueva conciencia de si mismo y del universo.

La conciencia evoluciona, experimenta, se expande. Por eso es fundamental tener confianza en la propia naturaleza. Que no es otra cosa que lo que somos en esencia, sin necesidad de añadir, ocultar, eliminar o maquillar lo que sea.

Estamos hechos de un reciclado constante de materiales cósmicos, energía e información, producidas por el movimiento de la conciencia misma del universo.

Somos expresión de la conciencia universal

En términos humanos ordinarios, esto no significa nada.

Por eso, para encontrar el verdadero significado de las cosas hay que dejar de pensar y de sentir del modo ordinario.

Vivimos en un universo consciente, somos el producto de esta conciencia. No hay manera de escapar de eso.

Iluminación significa despertarse a nuestra naturaleza luminosa.

Aceptar que nuestra vida y todo lo que emerge de ella (pensamientos, emociones, acciones, cosas) son el producto de esta conciencia. Es lo que se llama “despertar”.

Por esto, en términos de “iluminación”, la mente individual debe aprender a sintonizarse con la mente universal, reconocer su propio origen. Cortar los condicionamientos. Cuando te concentras en el chakra corazón, el pensamiento conciente se desplaza del lóbulo frontal al cerebro medio (sistema límbico y tálamo), disminuyendo la actividad cortical y calmando la mente.

Es importante que el espíritu deje de vagar, identificándose con fantasmas e ilusiones y vuelva a su morada: el corazón. No hay que hacer gran cosa. Conoce el camino. Más bien hay que relajarse, sentarse en silencio con la espalda derecha concentrados en la respiración calma y profunda (ver zazen).

De esta manera el espíritu vuelve a su casa y se pueden controlar con más facilidad las emociones y los pensamientos.

El corazón genera un campo electromagnético mucho más poderoso que el cerebro. Hay múltiples evidencias científicas de esto.

La información que el cuerpo envía continuamente al cerebro no sólo juega un papel en la homeostasis, además influye en funciones cerebrales más especializadas, como la memoria, el conocimiento, y el procesamiento de las emociones.

En esencia, los mensajes que el cuerpo envía al cerebro afectan la manera en como percibimos y respondemos al mundo que nos rodea, y además afectan el cómo nos sentimos y como nos percibimos (propiocepción).

Mientras que todos los órganos se comunican con el cerebro, por vías nerviosas y circulatorias, el corazón posee con este un vínculo realmente fuerte.

Ahora se sabe que en realidad hay más vías nerviosas llevando información del corazón al cerebro que en el sentido opuesto. Esto prueba que el corazón está antes que la mente conciente.

Otro hecho importante es que, lejos de ser solo una bomba mecánica, la función del corazón es conectar, integrar, impulsar y generar, o sea unir, por eso ocupa un lugar central.

El corazón es en realidad un sofisticado centro de codificación y procesamiento de información. El sistema nervioso dentro del corazón, que contiene más de 40.000 neuronas, es altamente complejo y produce un campo electromagnético que influencia el entorno (ver nódulo sinusal)

Este campo electromagnético nos rodea y puede ser medido a varios metros de distancia del cuerpo. Incluso la información dentro del campo magnético del corazón cambia a medida que experimentamos diferentes emociones.

Cuando sonreímos y experimentamos emociones positivas, el ritmo del corazón se hace más regular y su latido armónico, el campo electromagnético (CEM) del corazón se vuelve en consecuencia más organizado y se expande. Obviamente también influye optimizando su físiología y su funcionamiento.

El CEM de nuestro corazón es de hecho registrado fisiológicamente por otras personas a nuestro alrededor e incluso influye en la actividad de sus cerebros.

El CEM del corazón cambia de forma dinámica con nuestras emociones y a su vez nuestros estados emocionales influyen en aquellos que nos rodean. Y también somos influidos por los otros. Cuando se dice: “tu felicidad es la mía y tu sufrimiento es el mío”. Es verdad. Es un hecho científico. Es una retroalimentación permanente.

Las ondas (vibración) electromagnéticas modelan el cuerpo emocional.

El Maestro Kosen dice:

"Sin la apertura del corazón, no pueden ser espirituales, no pueden abrirse, no pueden sentirse bien, no pueden ser felices, no pueden hacer felices a los demás, no pueden ser un santo, no pueden ser un Buda. Y la apertura del corazón, es solamente una postura y estás muy atado a la respiración.

Digo esto porque el maestro Dogen hablaba de la mano izquierda. Decía: la mano izquierda está unida al corazón. Continuaba: es muy importante concentrarse sobre la mano izquierda. Decía: concéntrese sobre la palma de la mano izquierda, y entonces es fácil, si quieren aprender a abrir su corazón, concéntrense en la palma de la mano izquierda. La palma de la mano izquierda y sobre el espacio de su corazón y respiren despacio. Esto va a suavizar su energía.

Estas son cosas que hacen falta conocer sobre su propio vehículo, su vehículo cuerpo-espíritu. Desde el momento en que concentramos la atención en el corazón, deben sentir una energía muy agradable y dulce plena de amor, de hecho. Y deben generar a voluntad esta energía. Esto no tiene nada que ver con lo emotivo, con el afecto. Es puramente interior y esto va a curar totalmente sus ilusiones del amor o de la alegría, pueden llamarlo como quieran."

Entonces cuando elegimos sonreír y activar conscientemente emociones positivas, el CEM del corazón transmite esa información coherente y armoniosa a nuestro entorno, donde afecta a otras personas y también a plantas y a animales.

El cuerpo físico es el reflejo de algo que es no físico.

Todo es conciencia viva. Todo lo que existe emerge de esa conciencia viva. El espíritu, la energía y la materia comparten esa conciencia.

Los sentimientos influyen a nivel cuántico en la composición atómica de la materia.

El sentimiento es la unión del pensamiento y la emoción.

El pensamiento se relaciona con los centros o chakras superiores y la emoción con los inferiores. El sentimiento está entre ambos, en el centro.

Es la vía del medio, del equilibrio.

El pensamiento es la imagen de la posibilidad cuántica

En el reino de las posibilidades, todo existe ya. En el nivel cuántico fundamental, todas las posibilidades existen superpuestas, no manifestadas y con el pensamiento escogemos una de tantas. Colapsa entonces en un único universo. Se manifiesta.

Pero aunque la superposición de posibilidades se reduzca por el pensamiento a un único estado, para poder insuflarle vida hace falta el sentimiento. Para que esa posibilidad cuántica se realice en la realidad cotidiana hay que agregarle el amor …o el miedo, los dos funcionan, aunque el miedo es menos poderoso y genera otros efectos adversos (también en el entorno).
No hace falta saberlo, es suficiente con sentirlo.

Abrir el corazón significa purificarse. Desintoxicarse. Eliminar las viejas toxinas y adicciones emocionales y mentales. Significa abandonar el miedo y el egoismo, desarrollando la compasión, es decir, cultivando un sentimiento de empatía hacia todos los seres vivos (incluido uno mismo).

Abrir el corazón significa reconocer nuestro origen universal y permitir que se exprese la verdadera naturaleza.

No se trata de un esfuerzo deliberado. La condición normal (equilibrada) del cuerpo y del espíritu irradia desde el corazón, sabiduría y compasión, naturalmente e inconscientemente.

Se trata simplemente de aprender a abrir el corazón y calmar los pensamientos.


2 comentarios:

perro cristal blanco dijo...

Abre tu corazón a la energía cósmica...La nutrición pránica quizás sea la forma más directa de sentir esa conexión con el amor infinito de la Fuente.
http://vimeo.com/24842532
Gracias por tus sinceras reflexiones, resonamos con la sabia luz que desprenden.

yogicolombia dijo...

Nos han desconectado por muchos miles de tiempo,es hora de conectar tu corazon al corazon de la madre tierra,cuidarla,amarla.